sábado, 30 de junio de 2007

EL FIN DE LA PRIMERA `PARTE DE LA TRAVESÍA: Por fin en Iquitos!!









Por fin llegamos a Iquitos...el miércoles en la mañana luego de 4 largos días de mates, cigarrillos y tertulias internacionales para arreglar el mundo llegamos a tierra...no sabíamos que hacer primero ¿la ducha o la comida? porque sin ánimo de causar lástima p'tas que nos cagamos de hambre en la Miluska...nadie puede comer bananos cocidos todos los días y desayunar caldo misterioso.
Iquitos nos pareció calurosa, exótica, llena de casinos, un poco caótica, repleta de mototaxis y reglas de tránsito que nunca logramos entender...pero de todas formas fue un buen lugar para descansar, dormir en una cama y brindar con los nuevos amigos con una freca caipiroska.
Finalmente, la selvática ciudad de Pantaleón Pantoja (protagonista de la novela de Vargas Llosa) fue nuestro campamento base para planificar el resto de la travesía y también fue lugar de despedidas de la mitad de los sobrevivientes extranjeros de la Miluska, unos seguían al sur (Perú) y la delegación trasandina seguía rumbo a Brasil.




viernes, 29 de junio de 2007

TRAVESÍA POR EL RIO NAPO IV: Sobreviviendo la Miluska



















































La llegada del mítico barco embargó de felicidad al grupo...y fuimos proclamadas como portadoras de la buena suerte...lo que no deja de ser cierto, hemos tenido meses de pura buena ventura.

Por supuesto la hora en que Miluska zarparía rumbo a Iquitos era una completa incertidumbre...pero nada importaba porque estaba ahí, en frente de nuestros ojos...solo había que esperar algunas horas...

El sábado a medio día finalmente partimos al ritmo de la cumbia de la miluska y tomando unas chelas auspiciadas por su capitán Tulipán (no es chiste, así se autodenominaba...jamás supimos su verdadero nombre)...

Nos tomamos (además de las cervezas) el fondo del tercer nivel del barco...armamos un acogedor y espacioso campamento (si...carpas y hamacas sobre el barco)... asi reinaba la felicidad entre nosotr@s...

Conmovidas por los paisajes veíamos subir y bajar gente de remotas aldeas cuyo único medio de transporte son los 3 barcos de frecuencia incierta: "Siempre adelante", "Victor" y nuestra "Miluska", así en medio de la noche pequeñas lucecitas advertían al capitán que algún pasajero o carga debía ser recogido desde algún punto de la rivera del río Napo.

La belleza del lugar es indudable, la riqueza de esta aventura también...pero toda moneda tiene dos caras y aunque estábamos al tanto de lo básicas que serían las condiciones de vida arriba del barco, no nos dejó de asombrar y afectar la realidad de este disputado rincón de la amazonía.

A lo largo del viaje nuestro espacio interpersonal paulatinamente empezó a disminuir...cada vez que el barco paraba subía más gente, más pollos, mas plátanos, más chanchos, más vacas, y como podrán ver en las fotos cada vez más y más y más hamacas. El acceso a los servicios anti higiénicos era una odisea...onda modalidad punta y codo bajo las hamacas...monos locos, gallinas cluecas y patos y demases impedían el paso...
Pudimos experimentar el hacinamiento (preguntamos y no existía límite de carga ni pasajeros)...para nosotras era parte de la aventura en la selva, pero para muchísimas personas es un cotidiano ineludible cada vez que quieren trasladarse de su aldea. Nos encontramos con el aislamiento en su máxima expresión, más allá de la falta de comodidad, hablamos de calidad de vida, del respeto por la seguridad de las personas y el medio ambiente (todos los deshechos orgánicos e inorgánicos iban directamente al río), de la escasa presencia del estado en un territorio que paradojalmente se ha disputado en guerras recientes. Esta parte de nuestro itinerario está afuera de la ruta del turista, aquí nos encontramos con un Perú profundo que no postuló a las 7 maravillas del mundo.









jueves, 28 de junio de 2007

TRAVESIA POR EL RIO NAPO III: El encuentro con LOST










El trayecto desde Rocafuerte (Ecuador) hasta Pantoja (Perú) sólo duró 50 minutos y aunque nos pareció un poco caro el viaje, estámos más que contentas porque todavía no era mediodía y entonces podríamos alcanzar el barco (frecuencia quincenal) a Iquitos.

Al bajar de la lancha nos recibió un militar que no nos pidió los pasaportes, tampoco preguntó nuestra nacionalidad, ni de donde veníamos ni pa dónde íbamos....sólo le interesaba saber nuestro estado civil...sin comentarios...parece que el libro de Vagas Llosa no se aleja de la realidad.

De entrada nos informaron que el barco aún no llegaba y que de todas formas no saldría hasta el día siguiente...entoces sin que pudieramos opinar nada, amablemente tomaron nuestras mochilas y nos dejaron en el super hostal municipal, con baño privado y todo...5 minutos más tarde apareció Paola una chica argentina que había viajado la semana anterior.

Le dijimos "hoy llega el barco que va pa Iquitos" y ella con una risa mezclada con incredulidad y desesperanza nos respondió que desde hace una semana todos los días dicen lo mismo "hoy llegará la Miluska".

Nos invitó a tomar unos mates y a conocer al resto de los extranjeros que hace una semana esperaban la mítica Miluska...así entramos a la comunidad Lost formada por 3 argentin@s, 4 mexican@s, un alemán y 2 australianos...y a partir de ese momento 2 chilenas. La reacción de Paola se fue repitiendo en cada uno de los rostros cuando les decíamos con convicción que el barco para Iquitos llegaría a mediodía...así empezamos a conocer la serie de especulaciones que se tejían en torno a la Miluska: ¿existía? ¿era un delirio colectivo? ¿estábamos en otra dimensión?¿éramos parte de un experimento maquiavélico?...Hay que reconocer que nos preocupó un poco la situación pero manteníamos la esperanza...
Para matar el tiempo (por supuesto ya era medio día y de la Miluska nada de nada) tomamos mate compulsivamente, hablamos de la vida, compartimos con la gente del lugar y como último recurso de esparcimiento (además de las cervezas) nos integramos al juego típico de la comunidad Lost... "Mímica"( adivinando películas)...lo mejor de todo es que nos divertíamos nosotr@s y también la gente del lugar que contemplaba algo atónit@s a estos gringos locos que se movían, y sin hablar nada de pronto estallaban en risa...
Luego de gestionar el sello del pasaporte (el funcionario estaba jugando a la pelota así que tuvimos que concertar una cita pa la nochecita...plop) y estar oficialmente de nuevo en Perú...seguimos esperando...cenamos y seguimos esperando...hasta que de pronto en la oscuridad de la noche, en las tranquilas aguas del río napo se empezó a divisar unas lucecitas que se acercaban y una alegre música cumbianchera...la gente se empezó a concetrar en borde del río...SI...ERA CIERTO...ERA LA MILUSKA....

TRAVESÍA POR EL RÍO NAPO II: Adiós Ecuador





Despues de 12 horas y en medio de una fuerte lluvia tropical llegamos al pueblo fronterizo de Nueva Rocafuerte, ...luego de una rica "merienda" con huevos revueltos gestionamos nuestro cruce a la frontera peruana...sabíamos que de una u otra forma era necesario estar antes de mediodía porque con "seguridad" llegaba el próximo barco que nos llevaría hasta el amazonas.


La tarea no era fácil...cuento corto? a las 6:30 estábamos despertando a Juan Carlos...un amable lugareño que nos llevó en su peque peque (canoa con motor que suena pequepequepequepeque) para hablar con los milicos y pedirles que nos llevaran a la frontera...pero el teniente no estaba...fracaso en la misión. Como buenas ex-servicio país seguimos gestionando con el actor clave hasta que dimos con unos señores peruanos que luego de tira y afloja accedieron a llevarnos por10 dolares cada una. La vida nos sonreía. Sellamos nuestro pasaporte y nos subimos a nuestra embarcación (con tortuga y todo) rumbo a Pantoja....no imaginábamos lo que nos esperaba.


Nos sentíamos muy satisfechas de haber salido de la ruta turística y haber entrado a la américa profunda, esa que no te muestran en los folletos turísticos...por rumores sabíamos que otros extranjeros habían pasado hace una semana, así que ya debían estar lejos...la selva nos esperaba.

TRAVESÍA POR EL RIO NAPO I : Rumbo a Rocafuerte












Lo que tod@s estaban esperando...la meta final del viaje...cruzar el Río Amazonas...

Después del relajo en Ecuador, nuestro itinerario indicaba que debíamos llegar a Iquitos (Perú) para poder entrar a la amazonía brasileña...pero ¿Cómo lograrlo? la incertidumbre nos invadió, no queríamos volver por el mismo camino que habíamos llegado...entonces, mapa en mano supimos del Napo...un enorme río que según contaba la leyenda nos podía llevar de Coca (Ecuador) a Iquitos.
Sin pensarlo mucho y con el referente de un gringo que alguna vez hizo la misma ruta y tuvo la buena onda de publicarlo en internet (en las oficinas de turismo no existe esta ruta) tomamos el bus a Coca. Luego de 10 horas de viaje desde Quito conocimos esta ciudad petrolera en medio de la Selva...seguíamos con buena estrella ya que al siguiente día era posible tomar el barco a Roca Fuerte, la última frontera de Ecuador en la Amazonía...después de ese pueblo no teníamos ninguna certeza...el único dato alentador es que el barco de la semana pasada había llevado a varios turistas que seguían nuestro mismo itinerario...no estábamos tan locas...o loc@s somos much@s en el mundo?.
Estas imágenes corresponden a nuestras primeras 12 horas fluviales, un viaje en medio de la lluvia donde no dejó de sorprendernos la habilidad de las mujeres para subir y bajar del barco con guaguas, bolsas, paraguas y siempre dignas...